Copa de La Liga – Fecha 7 – Buenos Aires
Por: Juan Carlos Morales
Los clásicos se ganan. Los merecimientos pasan a segundo plano . De allí que la justicia queda supeditada al valor del resultado. Y eso es un poco lo que puede inclinar la balanza a la hora de juzgar partidos de este tipo.Hoy en la «bombonera» River venció a Boca 2-0 y se llevó tres puntos y la alegría.
Después vendrá el tiempo para analizar el proceso. El local , preocupado también por su futuro en la Libertadores y el cotejo del jueves venidero con Palmeiras en Brasil apeló en el complemento a habituales titulares como Cavani, Barco y Medina pero no pudo revertir la derrota. Le queda eso sí el gol anulado al delantero uruguayo a 16 minutos del epílogo que hubiera significado el empate transitorio. La conquista, invalidada primero por el juez(offside), posteriormente la ratificó el VAR aunque justo es reconocer que la posición adelantada fue muy finita.A esa altura la búsqueda «xeneize» con doble «9» (Cavani-Benedetto) complicaba al «millonario»,cuyo contragolpe funcionó en el último cuarto de hora. Por esa vía vino el gol de Enzo Díaz (entró por el lesionado Casco) y un par de situaciones claras definidas por el ex Independiente Barco y Colidio ( reemplazó a Rondón).
El esperado choque no varió respecto a los más recientes.Hubo respeto mutuo, poco juego y mucha imprecisión. Los dos se preocuparon por luchar antes que jugar.Y a falta de fútbol sobró pierna fuerte.
Los dirigidos por Martín Demichelis resultaron más contundentes a la hora de atacar. Y lograron ventaja mínima apenas superada la media hora. Rondón desvió ligeramente un oportuno remate de Enzo Pérez desde afuera del área y estampó el 1-0,el cual defendió bien en el resto del encuentro.Para ello fue muy importante que volviera a ocupar el lateral derecho defensivo con un marcador de punta (Herrera por Simón) y a la habitual solvencia de Paulo Díaz le sumó a González Pires y más atención y una tarea sólida de la retaguardia, partiendo de Armani.
Al igual que en el torneo anterior, la banda roja celebró. Y ratificó la tendencia de esta fecha de clásicos: prevalecieron los visitantes.
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