Preocupación en los comercios por los constantes aumentos
Comerciantes del macrocentro expresaron su malestar por la inestabilidad económica. Si bien no hay desabastecimiento, señalaron que hay “incertidumbre” por la situación
Por: Evelin Marzoa
El aumento real de la inflación y el alza del dólar paralelo, sumado a cierta incertidumbre política en las altas esferas del gobierno, son las razones más citadas por los comerciantes minoristas de los barrios marplatenses como causal de los imparables aumentos.
Los aumentos de precios castigan directamente las economías básicas de las familias en lo relativo a la alimentación, la limpieza y la vestimenta. Se realizó un relevamiento de precios de diez elementos esenciales de la canasta familiar – yerba, arroz, leche, fideos secos, azúcar, aceite, harina, galletitas de agua, papel higiénico y polenta instantánea – en diferentes comercios del macrocentro, en el barrio llamado Materno Infantil (que abarca de Entre Rios a Santa Fe y de Alberti hasta Avellaneda.) Se trata de una zona con una gran concentración de comercios de todo tipo, incluyendo cuatro supermercados, tres almacenes, dos panaderías y cinco verdulerías, entre otros varios más.
Según Lis Schmidt, propietaria de un popular mercadito de larga tradición en el barrio, el aumento de precios “venía dándose constante desde los últimos tres meses, pero se disparó considerablemente desde la renuncia del ministro de economía Guzmán”. “A partir de ahí la cosa empeoró y llegamos a ver entre un aumento del 25 hasta el 30 por ciento en la mayoría de los artículos, todos de primera necesidad para la gente”, expresó la comerciante del Mercadito.
Por su parte, la encargada de la panadería “Rincón Dulce” de Alberti y Corrientes manifestó que “la gente se enoja mucho, la harina no para de aumentar y con eso todo lo nuestro”. “Te doy un ejemplo de uno de nuestros productos más populares, el pan de molde integral: en unas semanas pasó de 200 a $250”, completó.
Todo esto se repite en los comercios de ropa y de artículos de limpieza, un aumento constante que arranca desde un 20 % en las últimas semanas y que no parece disminuir. El dueño de
una casa de camperas, Ezequiel Gabilan, manifestó que “a los que dicen que el precio
del dólar paralelo no incide en la economía real me gustaría que se lo dijeran a nuestros
proveedores de insumos y material: todo aumenta según aumenta el dólar paralelo o
blue o como lo quieran llamar”, comentó con cierto fastidio.
Por ahora el fantasma del desabastecimiento no se ha hecho palpable en las góndolas y
vidrieras del barrio, pero la incertidumbre por alguna falta de precios adelantados claros
en mercadería y el alza constante sigue llenando de angustia tanto a los comerciantes
como a sus clientes.