El primer tramo de esta discutida Copa América en Brasil parece resuelto para la selección argentina. La victoria sobre Uruguay fortaleció chances y si bien le resta jugar con Paraguay y Bolivia, uno supone que clasificando cuatro de cinco participantes en la zona, con cuatro puntos ya se estima que avanzará. No hay duda que los del Altiplano son los más débiles (dos derrotas) mientras que en el otro grupo, el local es el de mayor jerarquía y con dos halagos contundentes(3-0 a Venezuela y 4-0 a Perú)intimida.
La presentación albiceleste doblegó merecidamente a los orientales en el clásico rioplatense el último jueves. El uno a cero (cabezazo de Rodríguez en el primer cuarto de hora ) fue justificado totalmente. Lo mejor se vio en la etapa inicial donde dominó las acciones y con la conducción de Lionel Messi estableció superioridad. En el complemento optó por ceder terreno, hacerse fuerte en la contención e intentar sorprender de contra. Más allá del riesgo de una diferencia estrecha, no tuvo zozobras. El camino recién empieza. Por lo menos cortó la racha de empates y puede mirar con mayor tranquilidad lo que resta de la clasificación. El equipo mostró aplomo y en lo que respecta al arquero marplatense Martínez no tuvo errores. Por el contrario, transmitió seguridad y pasó con creces el nuevo examen. No descubrimos nada nuevo si decimos que Messi es la pieza fundamental de la escuadra. Pero al margen de su voluntad y talento, se busca encontrar nuevas vertientes de llegada para no depender tanto del crack del Barcelona. En tanto esperamos a Lautaro Martínez del Inter y en el banco siempre está la carta de triunfo llamada Agüero. En horas se cruzará con el duro Paraguay para después tener el alivio de Bolivia. Con seguridad en este juego habrá descanso para algunos con vistas a la nueva instancia. La formación de A:F:A: sabe que ya han pasado 28 años de la última conquista. La imagen de Ruggeri levantando la copa en Ecuador exige renovación. ¿ Será la hora de Messi?