Las vacunas de Covax serán 1.944.000 dosis, y se sumarán a la Sputnik V de Rusia, que ya se está aplicando en todo el país junto a las de AstraZeneca, y la china Sinopharm.
A través de un comunicado, Covax informó la lista de los 142 países que recibirán las 237 millones de dosis de vacunas desarrolladas por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
Covax es un mecanismo liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Gavi, la Alianza de Vacunas, que busca una distribución más justa de las dosis y facilitar el acceso a los países más pobres.
«En base al conocimiento actual de la disponibilidad de suministro, esta primera ronda de asignaciones proporciona información sobre el suministro de dosis de la vacuna AstraZeneca (AZ) / Oxford a los participantes de la iniciativa Covax, hasta mayo de 2021», dice el texto firmado por las organizaciones integrantes de la iniciativa.
En Argentina,ya fueron distribuidas en el territorio nacional un total de 2.179.110 dosis de vacunas de los tres laboratorios que cuentan con autorización en el país.
Las primeras llegaron el 24 de diciembre pasado, y fueron 300 mil dosis. Días despúes, el país recibió un total de 2.470.540 dosis de Sputnik V (1.660.540 de la dosis 1 y 810.000 de la dosis 2).
A estas vacunas se suman 580 mil de la Covishield, producida en India por el laboratorio Serum Institute para Oxford-AstraZeneca, uno de los más importantes del mundo. Además, ya hay un stock de un millón de dosis de la vacuna china Sinopharm, que arribaron en dos tramos.
El sábado, comenzó la distribución de 492.400 dosis de la vacuna Sinopharm, producida por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing, de la República Popular de China y que en Argentina fue autorizada el 21 de febrero por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat).
Tanto la Sputnik V como la de AstraZeneca utilizan «vectores» que llevan la información genética del virus a las células para que pueda desarrollarse la inmunidad.
A diferencia de la Sputnik V o la de AstraZeneca, Sinopharm trabaja con «virus inactivado», una tecnología más tradicional que ya se usa en otras inmunizaciones como la de hepatitis o poliomielitis. En esta versión, el virus es modificado genéticamente para que no pueda desarrollarse pero sí le permita al cuerpo generar una inmune.